Entropía de Juan Antonio Macías Juárez
Entropía no es un libro de poesía fácil de leer y mucho menos de entender. La poesía de Juan Antonio huye de los signos de puntuación y de todo lo que sea superfluo al lenguaje por lo que carece también de artículos y preposiciones, quedándose sustantivos, adjetivos y verbos en una sopa primigenia de interrelaciones cuando menos extrañas, osadas y arriesgadas. Una poesía más propia de movimientos como el surrealismo y el dadaísmo, cargada de imágenes y metáforas continuas que extrañan incluso al lector más avezado. Como he dicho, una poesía extraña para los tiempos que corren por su complejidad (fruto de la búsqueda de la esencia más extrema) y en la que la naturaleza es la protagonista. Destacan símbolos recurrentes como el ojo, el museo, los árboles o la puerta. Es un libro que debe ser leído muy lentamente estudiando las connotaciones, reflexionando sobre las posibles conexiones entre las palabras, a veces más próximas al caos y al sinsentido, sopesando los significados de cada palabra utilizada. En definitiva, una poesía muy controvertida, caótica, en constante ebullición y trasformación como su propio nombre indica: Entropía.
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